Construir ambientes energéticamente eficientes es tanto una responsabilidad como una oportunidad. Nuestros hogares y oficinas juegan un papel clave en el debate sobre el cambio climático. Alrededor del 40 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero generadas por el humano proviene de hogares y oficinas con un aislamiento deficiente y la energía que se requiere para calentarlas.